- Aromatización de productos de limpieza: Las esencias se añaden a detergentes y limpiadores para darles una fragancia agradable, mejorando la experiencia de uso y dejando un aroma fresco tras la limpieza.
- Formulación de productos cosméticos: Se incorporan en cremas, champús y jabones para aportar fragancia, además de proporcionar propiedades calmantes o antioxidantes según el tipo de esencia utilizada.
- Desodorización de ambientes: Se utilizan en ambientadores y purificadores de aire para eliminar olores desagradables y crear un ambiente fresco y agradable.
- Aceites esenciales en terapias de relajación: Algunas esencias como lavanda o eucalipto se emplean en productos cosméticos para masajes o como parte de terapias relajantes y respiratorias.
- Desinfectantes con propiedades adicionales: Esencias como el aceite de árbol de té se utilizan en productos de limpieza por sus propiedades antimicrobianas, potenciando la acción desinfectante y bactericida de los productos.